En este título Wingeier-Rayo presenta persuasivamente una visión de la misión de la iglesia en forma de una respuesta a la crisis en la evangelización. En cada uno de los nueve capítulos el autor le ofrece al lector una conversación accesible y erudita sobre temas diferentes de la Biblia y la teología cristiana que afectan la evangelización y la misión de la iglesia. Los capítulos se dividen en tres partes correspondiente al tema de su libro: el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, y teólogos contemporáneos.
Resistiendo una tendencia en el campo de la misiología, Wingeier-Rayo empieza con la importancia del Antiguo Testamento como una clave para entender la misión de Dios. Explica que la misión de Dios—la que refleja la iglesia en su misión—empieza con el orden creado y el pueblo de Israel. Según Wingeier-Rayo participar en la restauración de la creación es la misión de la iglesia que es fundada por Dios en la creación. Partiendo de este punto, el autor propone un entendimiento más amplio de la evangelización. Concibe la evangelización como una forma de bendecir, describe cómo el llamado del pueblo de Israel era bendecir a las naciones y en este sentido sí la iglesia puede entender el Antiguo Testamento como una historia de la misión de Dios que además profetiza Jesús, el Mesías venidero.
Para Wingeier-Rayo, la relación de Jesucristo con su origen judío es sumamente importante. Argumenta que sin entender la conexión entre el Mesías (el Cristo), Israel, y las escrituras, la iglesia corre el riesgo de aceptar las herejías antiguas y negar su misión actual de vivir la voluntad de Dios en la tierra según dice el Padrenuestro. Con esto en mente, un tema muy importante para el autor es el hecho de que la misión de Dios llevada a cabo por Jesucristo tiene que ser algo físico o tangible—en el Nuevo Testamento como en el Antiguo, lo espiritual no solo tiene que ver con las almas sino también con los cuerpos de los seres humanos. El autor destaca cómo el ministerio de Jesús con los gentiles rechaza el etnocentrismo llevando el reino a cada nación e idioma. Mientras tanto, Wingeier-Rayo también demuestra cómo la venida del reino expresada por el Nuevo Testamento no puede prometer el fin del sufrimiento en la tierra o la prosperidad financiera—la promesa de Dios a través de la evangelización es su presencia con la iglesia.
Después de las primeras dos partes que se enfocan en la Biblia, el autor escribe sobre lo que le ofrece la teología contemporánea a la iglesia. La tercera parte empieza con la doctrina de la santa trinidad en su contexto antiguo y luego la coloca en dialogo con la teología de Leonardo Boff. Demuestra que la visión de Boff de la trinidad – siendo equitativa, diversa, y relacional – es una perspectiva importante que debe influir en cómo la iglesia ve y participa dentro de la sociedad. Wingeier-Rayo también hace un análisis de las teologías de Karl Barth y Paul Tillich en el que demuestra cómo Tillich da un ejemplo mejor que afirma el carácter terrenal de la iglesia y también la posibilidad de ver el reino de Dios en el aquí y ahora. Termina su ultimo capitulo con la teología de Wolfhart Panenberg notando que la iglesia solo tiene la posibilidad de una misión incompleta y sin embargo tiene la responsabilidad de mostrar señales del reino de Dios.
Este libro es una magnifica representación de la misión de Dios (y la de la iglesia) y nos ofrece una voz muy importante para el futuro de la tarea evangelizadora de la iglesia. Wingeier-Rayo ofrece un argumento en base a un entendimiento bien investigado de la Biblia lo cual hace su perspectiva útil a los protestantes hispanohablantes. Su prosa accesible le ayudaría a cualquier laico y también sería apto para un estudio en células o grupos pequeños en las iglesias que quieran estudiar más sobre la misión de Dios y la evangelización.
Princeton Theological Seminary