Journal for the Hispanic Theological Initiative
On December 8, 1965, the Second Vatican Council of the Roman Catholic Church was closed by Pope Paul VI. The Council had opened in October of 1962 and
as the bishops met in Rome, writing, discussing, and voting on each document, the world of the 1960s outside the walls of the aulas raged on. In the United States, Dolores Huerta and César Chávez were leading a movement that began with the migrant farmworkers in California and it was having ripple effects throughout many different sectors and communities. The Church was no exception. The thesis of this paper is that the ongoing Chicano Movement and the reception of the Second Vatican Council in the United States gave birth to the ecclesial gatherings known as the National Encuentros for Hispanic Ministry in 1972, 1977, and 1985. These first three Encuentros are thus examples of synodality, which has become a dominant ecclesiological theme of the Francis pontificate. They give us necessary historical examples to be able to put “flesh on the bones” of what synodality means. Synodality, I contend, is a process by which the Church lives into its identity as what Karl Rahner put as “World Church” by opening it up to the wisdom of the People of God and therefore the broader social and political concerns. In this case, the Chicano Movement. This paper sits at the intersection of Chicanx studies and Latine theology
En diciembre 8, 1965, El Segundo Concilio del Vaticano de la Iglesia Romano Católica fue clausurado por el Papa Pablo VI. El Concilio había comenzado en 1962, y
en la medida en que los obispos se encontraron en Roma, escribiendo, discutiendo, y votando sobre cada documento, el mundo afuera de las paredes de las aulas continuaba. En los Estados Unidos, Dolores Huerta y César Chávez dirigían el movimiento que comenzó con los granjeros migrantes en California, el cual estaba teniendo un efecto dominó a través de muchos sectores y comunidades. La iglesia no era una excepción. La tesis de este artículo es que el Movimiento Chicano y la recepción del Segundo Concilio del Vaticano en los Estados Unidos dio a luz las reuniones eclesiásticas conocidas como los Encuentros Nacionales para Ministerios Hispanos en el 1972, 1977, y 1985. Estos tres encuentros son, vistos de esta manera, ejemplos de sinodalidad, la cual se ha convertido en un tema eclesiológico dominante en el pontificado del Papa Francisco. Ellos nos dan ejemplos históricos necesarios para poder “encarnar” lo que significa sinodalidad. Sinodalidad, yo contiendo, es un proceso por el cual la iglesia vive su identidad como—en las palabras de Karl Rahner—una iglesia mundial, al abrirse a la sabiduría del pueblo de Dios y, por lo mismo, a más amplias preocupaciones sociales y políticas. En este caso, El Movimiento Chicano. Este artículo ocupa la intersección entre estudios chicanos y teología latiné.
The tradition of Western Marxism has predominantly imagined Marxism as factual and non-normative. However, one notable interlocutor
with many in the tradition of Western Marxism, Enrique Dussel, pertinently critiques those who make hard delineations between the factual and the normative. As such, this paper argues that Dussel’s material principle and centering of living labor, both of which resist dichotomization of the factual and the normative, should be hallmark commitments within Marxism and the many contemporary Latinx discourses on religious studies, philosophy, and political theory. In doing as much, this paper claims that Dussel’s material principle is a response to the naturalistic fallacy, declares that Dussel’s reading of Marx—a reading that centers living labor and demonstrates the possibility of freedom beyond and outside of capitalism—transcends factual/normative distinctions, and culminates with the argument that sublating factual/normative distinctions should be a shared commitment of Marxism and Latinx thought.
La tradición occidental del marxismo ha imaginado predominantemente al marxismo como fáctico y no-normativo. Sin embargo, alguien que interactúa
con muchos/as estudiosos/as en la tradición del marxismo occidental, Enrique Dussel, critica pertinentemente aquellos/as que hacen límites estrictos entre lo fáctico y lo normativo. Por eso, este artículo argumenta que el principio material y la centralización del trabajo vivo de Dussel, los cuales ambos resisten la separación entre lo fáctico y lo material, deberían ser compromisos distintivos dentro del marxismo y de muchos de los discursos Latinx sobre estudios de la religión, filosofía, y teología política. Al hacer esto, este artículo afirma que el principio material de Dussel es una respuesta a la falacia naturalista, declara que la lectura de Marx por Dussel—una lectura que pone al centro el trabajo vivo y demuestra la posibilidad de libertad más allá y afuera del capitalismo—trasciende las distinciones fáctico/normativo, y culmina con el argumento que resuelve las distinciones fáctico/normativo, que deberían ser parte de un compromiso compartido por los pensamientos marxistas y Latinx.
With attention to the existing cannon of Latine Studies and engaging critical scholarship on identity from my own specific social location as a Latine with both European and Indigenous ancestry, I examine
the ways in which epistemological frameworks such as nepantla and mestizaje have the potential to romanticize indigeneity and, ultimately, harm Indigenous communities. By addressing a variety of Latine, Indigenous, and decolonial scholarship in partnership with my own religio-cultural experiences as a Latine-Indigenous hybrid identity, I demonstrate both the benefit and detriment of decolonial theoretical frameworks in academia, particularly in Latine Studies. Specifically, I argue if Indigenous community is left out of identity reclamation or claims of decolonization are unsupported by authentic solidarity with Indigenous peoples, Latine scholars, like myself, run the risk of essentializing Indigenous identity and decolonization for cultural capital within higher academic institutions.
Con atención al canon existente de estudios latinos y estudios académicos críticos sobre la identidad de mi propia ubicación social específica como latino con ascendencia tanto europea como indígena, examino
las formas en que los marcos epistemológicos como nepantla y el mestizaje tienen el potencial de romantizar la indigeneidad. y, en última instancia, dañar a las comunidades indígenas. Al abordar una variedad de estudios académicos latinos, indígenas y decoloniales en asociación con mis propias experiencias religioso-culturales como una identidad híbrida latino-indígena, demuestro tanto el beneficio como el detrimento de los marcos teóricos decoloniales en la academia, particularmente en los estudios latinos. Específicamente, sostengo que si la comunidad indígena queda fuera de la recuperación de la identidad o los reclamos de descolonización no están respaldados por una auténtica solidaridad con los pueblos indígenas, los académicos latinos, como yo, corremos el riesgo de esencializar la identidad indígena y la descolonización para el capital cultural dentro de las instituciones académicas superiores.
With attention to the existing cannon of Latine Studies and engaging critical scholarship on identity from my own specific social location as a Latine with both European and Indigenous ancestry, I examine
the ways in which epistemological frameworks such as nepantla and mestizaje have the potential to romanticize indigeneity and, ultimately, harm Indigenous communities. By addressing a variety of Latine, Indigenous, and decolonial scholarship in partnership with my own religio-cultural experiences as a Latine-Indigenous hybrid identity, I demonstrate both the benefit and detriment of decolonial theoretical frameworks in academia, particularly in Latine Studies. Specifically, I argue if Indigenous community is left out of identity reclamation or claims of decolonization are unsupported by authentic solidarity with Indigenous peoples, Latine scholars, like myself, run the risk of essentializing Indigenous identity and decolonization for cultural capital within higher academic institutions.
Con atención al canon existente de estudios latinos y estudios académicos críticos sobre la identidad de mi propia ubicación social específica como latino con ascendencia tanto europea como indígena, examino
las formas en que los marcos epistemológicos como nepantla y el mestizaje tienen el potencial de romantizar la indigeneidad. y, en última instancia, dañar a las comunidades indígenas. Al abordar una variedad de estudios académicos latinos, indígenas y decoloniales en asociación con mis propias experiencias religioso-culturales como una identidad híbrida latino-indígena, demuestro tanto el beneficio como el detrimento de los marcos teóricos decoloniales en la academia, particularmente en los estudios latinos. Específicamente, sostengo que si la comunidad indígena queda fuera de la recuperación de la identidad o los reclamos de descolonización no están respaldados por una auténtica solidaridad con los pueblos indígenas, los académicos latinos, como yo, corremos el riesgo de esencializar la identidad indígena y la descolonización para el capital cultural dentro de las instituciones académicas superiores.
This paper aims to address certain aspects of Roman Catholic moral teaching that are relevant to the lived experience of LGBTQIA+ Latinx Catholics in
the United States. I argue that the Catholic moral doctrine concerning LGBTQIA+ persons is morally corrupt. In the first section, I provide an overview of Catholic teaching relevant to LGBTQIA+ persons by taking up past statements published by the Congregation for the Doctrine of the Faith specifically Persona Humana (1975) and the Letter to the Bishops on the Pastoral Care of Homosexual Persons (1986). In the second section, I focus on the lived experience of the Latinx LGBTQIA+ community in the United States to demonstrate the fundamental flaws in the Catholic moral tradition. I place a special emphasis on the Latinx LGBTQIA+ community in Florida as I ground my argument on the tragic attack against LGBTQIA+ people at Pulse Nightclub. I rely on the insights of a social scientific study conducted among LGBTQIA+ youth in Florida to achieve this aim. In the third and final section, I engage with the theological anthropologies of M. Shawn Copeland and Ada María Isasi-Díaz to create a liberative framework from which LGBTQIA+ persons and allies can pick up the pieces of a morally corrupt moral teaching and remedy the harm done to countless persons and families.
Este papel intenta abordar ciertos aspectos de la enseñanza moral romano-católica que son relevantes para la experiencia vivida de LGBTQIA+ católicos en
los Estados Unidos de América. Argumento que la doctrina moral católica concerniente a las personas LGBTQIA+ es moralmente corrupta. En la primera sección proveo un resumen de las enseñanzas católicas con relevancia a las personas LGBTQIA+, examinando declaraciones pasadas publicadas por la Congregación de la Doctrina de la Fe, específicamente Persona Humana (1975) y la Carta de los Obispos acerca del Cuidado Pastoral para Personas Homosexuales (1986). En Ia segunda sección, me enfoco en las experiencias vividas de la comunidad Latinx LGBTQIA+ en los Estados Unidos para demostrar los errores de la tradición moral católica. Doy mayor atención a la comunidad LGBTQIA+ en Florida basando mi argumento en el ataque trágico en contra de las personas LGBTQIA+ en el Club Nocturno Pulse. Aquí dependo de las lecciones de un estudio científico social que fue efectuado entre los jóvenes LGBTQIA+ de la Florida para cumplir mi meta. En la tercera y final sección, abordo las teologías de M. Shawn Copeland y de Ada María Isasi-Díaz para ofrecer un marco liberador desde el cual las personas LGBTQIA+ y aliadas/os pueden recoger las piezas de esta enseñanza moral corrupta y de esa manera remediar el daño hecho a un sin número de personas y familias.
Not long ago, I was in a discussion in which some of the participants spoke of theology in a universal sense without qualifications. The conversation struck me because of the conspicuous absence of any sense of diversity in theological thought. By absence of diversity, here I mean the lack of racialized scholars and scholars from the Global South. Although none of those participating stated it explicitly, it was obvious to me that they were talking about Western European and Anglo North Atlantic expressions of theology. The participants seemed oblivious of the fact that since the 1960s there has been a rich proliferation of theological strands that ought to make it very difficult for anyone to speak about theology without acknowledging this wide array of theological expressions. After the conversation, I started thinking about the conditions within academic scholarship that prevent scholars from coming into contact with and learning from this marvelous theological gamut. In some circles, I have noticed, this great motley is often reduced to the handle of “contextual theologies.” In other contexts, people group these diverse strands of theology under the language of liberation theologies.
The realities that these theological schools represent spill out far beyond the specific nomenclature that the labels contextual and liberation seem to suggest. Their concerns, the challenges they confront, the social reality to which they are speaking, the actors involved, the communities from which they speak, and the theological insights they offer are irreducible to a single definition or category. To complicate matters more, each of these theological strands are internally diverse and correspond with multiple points of concern and perspectives. That is certainly true for Latina/o/x theological strands. The range of issues and concerns confronted by Latina/o/x scholars and the themes they have engaged over the years have multiplied exponentially. For some time now—as Fernando Segovia would say—we have ceased to think of ourselves as second-class theologians and scholars. At the same time, it is worth recognizing that—in the words of Ada María Isasi-Díaz—la lucha continúa/the struggle continues!
Notwithstanding our struggles, we have a voluminous legacy of great contributions, theological insights, and methodological approaches that now can be found across the academic theological spectrum. Our works and writings are now the subject of dissertations by a new generation of theological students from dominant cultural groups as well as those from racialized and minoritized groups, including our own Latinas/os/xs students. So, we find ourselves at a unique crossroads in which a new generation of Latina/o/x scholars are raising critical questions about previous theological contributions, and in the process are expanding our own contributions to the critical study of theology.
Three of the articles in this issue of Perspectivas put on display the back-and-forth dance between critically appreciating the theological legacy from previous generations on one hand and imagining ways forward that respond to our current reality on the other. Considering the recent discussions on synodality by Pope Francis, Amirah Orozco engages in a process of reclamation of the Encuentros for Hispanic Ministry as contextual expressions of synodality since the 1970s. Meanwhile, Neal Spadafora engages in a critical re-reading of Enrique Dussel’s treatment of Marx to highlight important resonances between Marxism and Latina/o/x theological thought. Lastly, Isabela Leonor Rosales invites us to creatively rethink how we engage indigenous communities as we move towards the creation of a decolonial theoretical framework. Rosales challenges us to go beyond the romanticization of indigenous identities and instead move towards “authentic solidarity” with these communities.
Our fourth and final article takes on Catholic moral teaching with regards to questions of sexual identity and its implications for members of the LGBTQIA+ communities. Taking the tragic attack at the Pulse Nightclub in Florida in June 2016 and other ethnographic studies as point of departure, Leonardo Mendoza proposes other avenues for rethinking Catholic moral teaching by engaging the works of Shawn Copeland and Ada María Isasi-Díaz. We are also pleased to include five book reviews (two of which have been translated also into Spanish) showcasing the continuing theological production by Latina/o/x scholars. The editorial team is delighted to offer to our readers this 2023 issue of Perspectivas.
Néstor Medina, Senior Editor
Hace no mucho tiempo, yo estaba en una discusión en la que los que participaban hablaban de teología en un sentido universal y sin matizar sus afirmaciones. Tomé nota de la conversación por la obvia ausencia de cualquier sentido de diversidad teológica. Por ausencia de diversidad quiero dar a entender aquí a la falta de estudiosos y teólogos racializados y del sur global. Aunque ninguno de los participantes lo dijeron explícitamente, me era evidente que los participantes de tal discusión se referían a las expresiones de teología europeas occidentales y anglo noratlánticas. Parecía que los participantes ignoraban el hecho que a partir de los 1960s ha habido una rica proliferación de corrientes teológicas que deberían hacer difícil que cualquier persona hable de la teología sin reconocer esta amplia diversidad de expresiones teológicas. Después de la conversación comencé a pensar acerca de las condiciones dentro de la academia que previenen a académicos a que entren en contacto con y puedan aprender de esta maravillosa gama de discursos teológicos. En algunos círculos, he notado que esta variedad de discursos es reducida a la etiqueta de “teologías contextuales”. En otros, la gente agrupa esta diversidad de teologías bajo el lenguaje de teologías de la liberación.
Las realidades que estas escuelas representan se extienden más allá de una nomenclatura específica que las etiquetas contextual y liberación puedan sugerir. Las preocupaciones, los desafíos que estas confrontan, la realidad social a la que se están dirigiendo, los/as actores/as envueltos/as, las comunidades desde las cuales hablan, y las lecciones teológicas que ellas ofrecen son irreducibles a una sola definición y categoría. Para complicar más las cosas, cada una de estas escuelas teológicas son internamente diversas y corresponden con múltiples puntos de interés y perspectivas. Eso es ciertamente verdad en lo que respecta a las escuelas teológicas latinas/os/xs. La gama de asuntos y preocupaciones confrontadas por estudiosas/os/xs y los temas que han abordado en el transcurso de los años se han multiplicado exponencialmente. Ya por un tiempo—como diría Fernando Segovia—hemos cesado de pensar de nosotras/os/xs como teólogas/os/xs y académicas/os/xs de segunda clase. ¡Al mismo tiempo, cabe reconocer que—en las palabras de Ada María Isasi-Díaz—la lucha continúa!
A pesar de nuestras luchas, tenemos un legado voluminoso de grandes contribuciones, nuevos conocimientos teológicos, y acercamientos metodológicos que ahora pueden ser encontrados en todo el espectro teológico académico. Nuestros trabajos y nuestros escritos son ahora el sujeto de disertaciones doctorales por una nueva generación de estudiantes de teología de los grupos dominantes como aquellas/os/xs que son racializadas y minorizadas, incluyendo nuestras/os/xs propias estudiantes latinas/os/xs. Así que nos encontramos en una encrucijada particular en la que una nueva generación de latina/o/x académicas/os/xs están abordando críticamente nuestras contribuciones teológicas previas, y en el proceso están expandiendo nuestras contribuciones al estudio crítico de la teología.
Los tres artículos en este volumen de Perspectivas exhiben el baile para adelante y para atrás entre, por un lado, la apreciación crítica del legado teológico de las generaciones anteriores, y por el otro, la imaginación de maneras de avanzar y responder a nuestra realidad contemporánea. Considerando las recientes discusiones de sinodalidad por el papa Francisco, Amirah Orozco aborda un proceso de reclamar los Encuentros por el Ministerio Hispano como expresiones contextuales de sinodalidad desde los 1970s. Mientras tanto, Neal Spadafora se ocupa de una lectura crítica del tratamiento de Marx por Enrique Dussel con el fin de resaltar las resonancias entre el Marxismo y el pensamiento teológico Latina/o/x. En el tercer artículo, Isabela Leonor Rosales nos invita a repensar creativamente como tratamos la cuestión de las comunidades Indígenas, en la medida en que trabajamos para crear un marco teórico decolonial. Rosales nos reta a ir más allá de romantizar a las identidades indígenas y, en su lugar, entrar en una “auténtica solidaridad” con estas comunidades.
El cuarto y último artículo discute la enseñanza moral católica en relación con asuntos de la identidad sexual y sus implicaciones para miembrxs de las comunidades LGBTQIA+. Tomado el ataque trágico en el club nocturno Pulse en Florida en junio del 2016 y otros estudios etnográficos como punto de partida, Leonardo Mendoza propone otras avenidas para repensar la enseñanza moral católica en conversación con el trabajo de Shawn Copeland y de Ada María. También estamos alegres de incluir cinco reseñas de libros (dos de las cuales han sido traducidas al español) que demuestran la producción teológica continua por estudiosas/os/xs latinas/os/xs. El equipo editorial está encantado de ofrecer a nuestras/os/xs lectoras/es/xs este volumen de Perspectivas del 2023.
Néstor Medina, editor principal
Written by hti
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